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Tu cuerpo sabe distinto de noche.
La noche es un pozo de sueños. La noche es honda superficie de palpables sombras.
De noche apenas escribo. Dado que mis dedos suplican reinventar un cuerpo.
La noche vuelve a todas las carnes diferentes.
Yo he rogado a la noche, en tu nombre, como quien orara al dios del sacrificio. Hágase tu voluntad.
Ahora clamo a la noche por silencio...
Y ella sólo responde por tus labios:
-¡Carpe noctem!-
FUGACES ESTRELLAS
una obra: poética de lucidez
El grito que se engendra en mi silencio.
Nunca la palabra "amor", sólo mi alfabeto de espasmos...
-¿Y quién escribirá sobre el amor?
-No yo. Yo amo.
Tuve un sueño.
Un diálogo en penumbra.
Palabras que me enseña el sueño.
-Ya no puedo soportarme. Anoche llegué a sentir deseo de acabar con todo y de matarme.
-La fantasía de morir, constante afluente en el río de la vida.
-Por momentos tuve claro que no había sentido. No encontré ya un sentido para vivir.
-El blanco de la hoja.
La fatiga sin hambre ni sed.
El gesto de quien deja, unos segundos, de respirar.
Cualquier gesto de amor surge a partir de esa falta, de resistir ese vacío.
...Pero yo no quiero vivir como los otros.
-...Ignoras cómo viven otros. El otro es resultado de tu miedo, algo que quisieras sometido a ti.
Y sin embargo lo que vive, al sobreponerse al miedo de morir, traduce en sus gestos necesidad de compañía.
-No quiero depender de alguien.
-Depender no es lo mismo que caer.
Esa es cuestión de vida o muerte...
Luego desperté del sueño al interior del sueño.
Cansada de mi afán de despertar, dejé venir todos mis ensueños.
Rodeada entonces de ensueños, soñé que soñaba sin miedo a ya no despertar.
Así, en un instante, sólo en la medida de un instante, desperté.
Todo era igual a mis sueños, aunque sin resistirme a los impulsos hacia otros.
Todos mis temores, yo. ¿Por qué no he de abrazarme a ellos?
Enero, 7
Diario de Amaranta V
Carmen declara: "temo a mi soledad porque es más grande que yo".
Empieza a hablarse, a hablar como quien se obstina en cazar un animal, como quien quisiera atrapar una palabra, una palabra especial (porque amenaza hacer del silencio algo distinto de él):
No al naufragar, tampoco al arribar en una isla desconocida.
No en la mano que se extiende para abrirse y recoger vacío.
No en medio de una zona extranjera en que las palabras predilectas son sólo barbarismos al oído de los otros.
No en un último beso.
No en el golpe de puerta que da por terminada la fiesta que anhelaste durante años.
No al deambular por andenes en la estación donde los trenes abandonados parecen bajo lluvia ser la imagen de extintas ilusiones.
No al entrar en la casa que se deja deshabitada (después de que un divorcio te condena a un exilio hacia dentro).
La soledad es algo que te impones. Un castigo para así identificarte con lo que te ha rechazado".
Ella piensa en voz alta. Termina por alterar la mirada.
A su alrededor se apagan luces que iluminan cuartos detrás de las ventanas.
De pronto se descubre suspirando. Aire que suplica aire.
Ya ese suspiro la ha ligado a algo.
Un suspiro de nostalgia quizá.
Mira por última vez la ventana. Presiona un interruptor. Apaga la luz del cuarto.
Tendida sobre el colchón, cierra los párpados. Antes de entregarse al sueño finalmente, sonríe.
Sabe que la soledad tiene una medida, su propia medida
Diario de Amaranta V
Enero, 2:
Desde fuera entran. Escucha: un ruido de sirena, bocinas, voces, murmullos.
Entonces piensa:
"He inventado el amor para tener de qué callarme".
Diario de Amaranta V
diaro de Amaranta V
El guión-novela:
Elementos.
Título.
Ejemplos: "biografía del hambre"; "una temporada en el infierno"; "anatomía de la melancolía".
Escena o escenas de enganche:
En un párrafo, dos párrafos, tres o cuatro párrafos. Ideal: en un folio (una carilla).
Ejemplos:
Convertirme en escritor prolífico.
Secuencia durante el año dos mil y nueve:
-Obra de poética: paradojas, descripciones fragmentarias, breves tratados o ensayos.
Libro de aforismos.
-Obra autobiográfica (opus uno): Diario de un tonto en progreso.
-Obra de breves ensayos (sobre temas de conferencias): amor, rebeldía, amistad; libertad; humor; belleza de la melancolía; el placer; la muerte y el duelo; la lectura; las edades de la vida y la gratitud; el deseo, el hambre, la exaltación.
-Re-versión de JOB.
-Hambre de amor impuro: guión de prosa por escenas, ensayos, interpretaciones y aforismos.
-Poemas: Gritos de Joyce Mansour (traducción, con sonido, plástica y fotos).
-Libro de didáctica: viaje a la composición (a un "tú", cómo hacer nacer la reflexión crítica).
Enfoques y tonos
Pensaba en las lecturas y pensaba en un estilo por hallar.
Pensaba en escribir una descripción de base con el tono de Coetzee.
Luego reescribir como Nothomb.
Componer un texto es optar por evitar la ingenuidad.
El tono:
-el de un entomólogo del hombre.
-el de una perversa y divertida biografista.
HAMBRE DE AMOR IMPURO
El sol se extingue.
En ella, algo mueve la boca. Sus ojos se detienen.
La escena fue la misma entre los seres primitivos.
Temas
HAMBRE DE AMOR IMPURO
Temas:
-Génesis
-Eva: / La reivindicación.
-María Magdalena: / El hambre, la impura.
-Jesús y el destino
-Ignacio y la despedida
-Pasado: Luisa (historia de la pasión). La piel y lo imborrable: Tatuada.
-Incertidumbre de lo porvenir: Martina. Desencuentros de amor. Cartas. Lo que muere.
-Ignacio. A quien se dirige la súplica. Pedro y su historia.
El erotismo de un dios que calla.
-Carlos y los celos. La expoliación.
-El eterno retorno del destino. La mirada de Edipo.
esquema de estructura
HAMBRE DE AMOR IMPURO
Estructura de cada escena:
Escena 1
Interpretaciones (escena 1).
Aforismos (escritura fragmentaria).
Vías abiertas (ensayos sobre temas).
Son 100 escenas -en conjunto- (20, 20, 10, 10, 20, 10, 10).
Forma: guión (sinopsis); proliferación de interpretaciones; aforismos; ensayo sobre arte de novela (narrativa o cuento).
Llamar
Nos inflamos con vanidad, sólo por mover algo de aire desde una fosa cavernosa, por hacer que repercuta hacia fuera. Aun cuando cada línea escrita termine por borrarse; pese a que cada voz acabe por desvanecerse. Y es que cada llamado de voz –escrito o proferido en habla- esconde el profundo terror a ser incomprendido.
Llamamos suplicando un abrazo que nos fusione a un plácido regazo. Antes del total olvido. Puesto que cada intento de significar concluye en un antiguo silencio. Se teme a una soledad incomprendida. No por eso se rechaza una reputación, una ilusoria fama basada en un ridículo malentendido. La fama es la fe de lo superfluo, entregar la experiencia a la vanidad. No es lo mismo el malentendido que la incomprensión. Temblamos, al descubrirlo cuando esperamos una respuesta a la pregunta que cada uno oculta, que cada uno es. Cada voz, a medida que es producida: nace, crece y muere. Todo lo que intentamos comprender antes requiere un duelo. Vivir, amar, comprender, son una sola cosa. Ese duelo.
carta para un niño que vino a mi encuentro.
Rechazo someterme a lo que esperen los demás que sea, sin que medie mi sincero consentimiento.
Mi lenguaje es mi tierra; toda mi sensualidad es la fuente en la que abreva ese lenguaje. Me prepararé para persistir durante minutos, horas, semanas; meses y años, en la árida región de la escritura. Viajaré por indagar, serenamente, lo imaginario en mí. Ser fiel a lo que vivo equivale, en mi intimidad, a volver a una antigua fe. Por ella, creo en lo que de niño llamaba “dios”.
Seré un amigo al escribir (conmemorando mis afectos). Puesto que escribiré para comunicar mi soledad. No honraré la muerte. No permitiré mi envidia. Sobre la base de que escribo desde mi propia situación incomparable, a nadie me compararé. Todo lo que he vivido –incluidos los fracasos, las despedidas, los inconclusos duelos- puede aun encontrar sentido mientras escriba.
Siempre escribo a solas. Tiemblo, me enojo, lloro, sufro entretanto escribo. Pero al leer el fruto de ese cultivo, sonrío como el niño que fui cuando tomaba helado o me sentía acompañado por quien amaba, o en el instante en que realizaba mis travesuras.
HAMBRE DE AMOR IMPURO: contrapunctus 1
Revelación en el silencio de Ignacio
De escribir
Miro un bonsái.
¿Acaso escribir es podar? Podar el árbol de la vida.
Hacer crecer lo prohibido, eso que era inaccesible para ti.
***
Mientras escribo, castro al que habla en mí el lenguaje que encubre la cruda violencia del lenguaje.
un corte del cuento
Del latín castrare. Indica la acción de capar (extirpar, seccionar o inutilizar los órganos genitales).
También se dice castrar al podar una rama inútil.
Antes de nacer como escritor, nunca se ve la hoja en blanco. Es el blanco de la memoria, su angustia. El árbol de la vida abreva también su agua en tu memoria y en tu angustia.
Castrar. Se asocia a: debilitar, enervar, apocar.
Hay que cebar a un animal, a ese que se va a castrar.
La castratio es desbrozo, monda de los ramajes. Para que crezca algo nuevo, se castra.
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En: Hambre de amor impuro:
Los machos: violan, hurtan, mienten, extorsionan, amenazan, restringen; temen, huyen,
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***
La mujer que inspira las fantasías de pureza es la amada.
Eurídice perdida en el infierno. En caso de querer preservarla, hay que abstenerse de verla, de mirar hacia atrás, de ser celoso de lo que ha sido.
Existen las amadas que son las castrapuercos (son las que decretan la esterilidad de un sucio puerco).
¿Y si el sonido de las castrapuercos sirviera como "el canto de sirenas" a los marranos?
Pues ellos lo asocian a un sonido característico, a una imagen: la venida de quien los ha alimentado, quien les ha dado luz, quien les ha preparado la humedad, el calor.
También el sonido se liga a un cerdo familiar que ha partido, el que se pierde (y nada crea).
El ruido de la castrapuercos.
Llamado de la esterilidad que es muerte; llamado de amor y de duelo.
Una piara de puercos, alimentados, brillantes, rosados, con barro caliente y humedad precisa. Comienzan a inquietarse. Suena el silbato. Sientan la venida y lo inmimente.
Los encanta. Los inquieta, los paraliza.
Vendrá la muerte en sacrificio. Si no, la mezcla de amor y duelo (que es aun más dolorosa que la muerte).
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Es la pureza (que se asocia al amor, a la fantasía, a la inspiración). Ella es la que castra al puerco.
Llama. sonríe y te lleva.
-Soy un puerco que tiembla mientras escribe-.
Alguien vendrá a llamar. Este puerco escritor sólo sobrevivirá por un "no".
Desde Magdalena
Eva cuenta a Magdalena: en el relato: su palabra, una gota de ponzoña fría, capaz de calentar la sangre del cuerpo en que se adentra (el de Lena).
Magdalena absorbe en los machos, los vacía, los marca, los descarna.
Cada uno, un Shahriar presa de horror.
Magdalena. Enfrenta el dolor, la fantasía, el miedo. ¿Cómo hacer tremblar a quien ya no teme?
Entre Eva y Magdalena se revela la fuerza que redunda en el mal, es la de los conquistadores: celo, agresión, envidia, la vía insolidaria (el hamártema de Caín respecto a su espejo, Abel).
Ante Eva, la posición es la de Antígona (enfrentará a Kréon).
Ante Jesús, la posición de Magdalena.
Ante los machos, Eva es Lena, Justine, Mertueil.
Magdalena se desliza, repta, como las sierpes.
La sierpe ante los cazadores de sirenas.
¿Qué encanta de la sirena? ¿Su halago, el que canta, o su silencio, buscando auxilio (amparo)?
Y si la sirena llora...
Como perras que cojean.
Magdalena es la que juega a ser raptada, y que rapta; la que juega a ser conquistada, y encanta; la que juega a ser comida, y engulle. La que juega a ser vejada y deja al cazador hecho un guiñapo; humilla, descuera, marca, hiere, abandona.
Quizá guarda anillos, sotijas de casados, como la esposa del genio.
De la parábola
Las parábolas
Lenguajes y parábolas
Si fuera tan fácil explicar qué es una parábola, o si pudiéramos rápidamente aplicar una definición para desentrañar con profundidad qué implica hablar de metáfora, leer y comprender literatura o apreciar el significado y el sentido de un film sería un simple ejercicio.
“Acerca de las parábolas” ilustra con claridad qué pensaba Kafka y por qué sentía este gusto por los relatos breves y las parábolas; la literatura fragmentaria.
Muchas personas se quejan porque las palabras de los sabios jamás son otra cosa que parábolas, y resultan absolutamente inservibles en la vida cotidiana, que es la única vida que poseemos.
Cuando el sabio nos dice: “Elévate”, no nos quiere decir que tengamos que alcanzar cierta ubicación real, lo que quizá podríamos hacer, de alguna manera, si el esfuerzo valiera la pena.
El sabio se refiere a cierta misteriosa lejanía, a algo que para nosotros es desconocido; a algo – esto también es cierto – que él mismo no es capaz de designar con mayor precisión.
Todas esas parábolas se limitan a expresar que lo incomprensible es incomprensible, y esto ya lo sabemos sin ninguna ayuda. Pero ¿y las penurias contra las que debemos luchar diariamente? Ese es un asunto distinto.
A lo que otro repuso:
-Apuesto a que esa afirmación también es una parábola.
El que había hablado antes dijo:
-Ha ganado.
Su interlocutor dijo:
-Pero desafortunadamente sólo en parábola.
Y el otro dijo:
-No; ha ganado en realidad. En parábola ha perdido.
Y tal vez haya que decir poco y nada después de haber leído ese pequeño relato del maestro de las parábolas y las alegorías en los lenguajes. La eficacia del sentido sucede precisamente porque no hay nada que se explica; no es necesario, ni deseable.
Lo planteado para la literatura puede ser traspolado perfectamente al cine.
Parábola improvisada.
-Maestro, he viajado de muy lejos; ya he leído todos los libros a mi alcance, e incluso los he aprendido de memoria, pero aún no sé de qué escribir... Y me han dicho que podría aprender de usted el cómo llegar a ser escritor.
-Arroja todos tus recuerdos al fuego... Luego, describe lentamente esa hoguera.
Del cuento
De la trama
Debe tenerse en cuenta que estas "piezas" no siempre se dan directa y completamente al lector.
De la trama
De la trama
De la trama
La trama es el cuerpo viviente -zôon- de la historia (formada de vínculos infaltables).
Principio de la trama: el próblema (en español: saliente, promontorio; también: lo que genera nuevas responsabilidades).
Al final de la trama encontramos una acción transformadora que conduce al punto culminante de la historia.
dos vías
La risa de uno mismo.
El vértigo emotivo.
Todo eso nace de la más refinada conmoción: hay algo que quieres y perdiste.
Poética. Abandonar la psicología.
No se es escritor y psicólogo.
Nadie, con un mínimo de franqueza, escribe para curar.
Escribir exige confesar: el alma es lo incurable del cuerpo.
Poética. Desde quien escribe con lucha.
La condena de quien escribe. Propensión a un payaso o a un traidor.
Dos maneras de ser divertido:
Hacer reír a costas de uno; decir el secreto de un tercero.
Es la diversión de las hienas.
Explotan sus espasmos ante la carroña.
Poética. El impulso de las presas (pues aquí no hay personajes)
El destino de las olas.
El grado de excitación final del carnívoro antes de saltar sobre su presa.
...No es más que una ola que se eleva.
Poética. La fuente.
Los humanos no elegimos la circunstancia, las reacciones, los impulsos (que necesariamente son discontinuos), los contratiempos (que son accidentes siempre).
Hay: asesinato, violación, rapto, tortura, degradación, corrupción, perversidad, robo, predación...
Dios deja que concurran. (Por qué no).
Unas cuantas gotas de agua, caídas desde el choque de dos nubes, sobre el inmenso océano callado.
Los humanos no somos protagonistas, porque estamos volcados al miedo que encubre el "yo".
El yo es la única oscuridad.
Hay un miedo: el miedo a ser dolor sin sentido (sin fin sufrir, siendo despojado del pasado: sentir el vaciamiento de sentido: de ahí que se exija un dios).
Ese miedo es lo que se encubre y lo que está implicado en todo intento por parte de humanos a compartir.
Ese miedo, cuando el yo se ve desaferrado de algo otro. Es el aullido del yo expulsado del placer hacia el vacío. El llanto del recién nacido.
Así lloramos en silencio.
Habría que observar a uno que de la muerte, vuelve a vivir hacia atrás, hasta el primer aullido, hasta la brutal fornicación que lo trae a comparecer.
Lo que escribo no trata de "hombres", sino de ese aullido.
Traduzco ese estallido de llanto, ese desamparo, esa respiración dificultosa, ese "ya no poder sufrir expoliación mayor".
Todo lo que es límite en el hombre -ese ferus insanus- es variación de ese tema.
Poética. Notas.
carta de Magdalena a Eva
Imposible no escribirte que mi piel te extraña. Y qué digo mi piel, porque es la piel de ambas.
¿Tendré que cambiar la piel como una sierpe?
Sí, diré que las sierpes o serpientes tienen la piel frágil y cubierta totalmente por escamas. La escama cumple una función protectora de esos cuerpos reptantes, que se encuentran siempre expuestos al roce con las irregularidades del terreno y de la vegetación. Es así que las serpientes cuentan con una finísima cubierta epidérmica, transparente, que resguarda la auténtica carne, la cual es reemplazada con frecuencia periódica y, de una vez, por una nueva.
La muda es un proceso crítico.
Durante la muda, el animal se despoja de una camisa transparente, restregando el hocico y el resto del cuerpo contra las rocas y troncos de árboles.
Hoy, sin ti, mis recuerdos son mis rocas.
Los sueños caen como troncos de árboles extirpados. Sabré rodearlos y restregarme con ellos.
He cruzado tierras descampadas mil veces.
Imposible no escribirte que mi piel te extraña…
necesidad de escribir
Tu propia textura.
Es la condición para escribir.
el enigma real
El escrito es tal como esa pálida rosa de esperma que queda sobre la hierba, una vez que se han alejado los cuerpos que estuvieron fundidos en un abrazo.
No. Después descenderá del cielo un ave rapaz, la cual caerá de asalto sobre la blanca semilla aún ardiente. En esa huella, hurgará el pico del ave. Buscando una materia ardiente y primitiva. Lo escrito es, en el ave voraz, el picotazo.
Y pese a todo, quizá no. Tras el breve y rápido picotazo, el rastro ha quedado en la punta, en un extremo del ave de rapiña; en el aire, en la tierra, en la hierba. Lo escrito es esa frágil brizna de hierba, cargando en un instante la huella de lo ardiente; puesto que algo se conserva de una antigua semilla, de una llama primitiva, aunque esa hierba es una sola.
Quien, a ciegas, no logra distinguir, con el tacto, una brizna de hierba de las otras, todavía nada sabe de la hierba, del hambre, del calor, de esa llama más antigua que las artes todas.
María Magdalena (la base legendaria)
De acuerdo con el evangelio de Lucas (Lc 8:2), María Magdalena alojó y proveyó materialmente a Jesús y sus discípulos durante su predicación en Galilea. Se añade que anteriormente había sido curada por Jesús: "Le acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de enfermedades y espíritus malignos: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios [...]".
De acuerdo con los evangelios de Marcos (Mc 15:45-47), Mateo (Mt 27:55-56) y Juan(Jn 19:25), estuvo presente durante la crucifixión de Jesús.
Así vio Tiziano la aparición de Jesús resucitado a María Magdalena, según Jn 20:11-18
· En compañía de otras mujeres, fue la primera testigo de la resurrección, según una tradición en la que concuerdan los cuatro evangelios (Mt 28:1-5, Jn 20:1-2, Mc 16:1-5, Lc 24:1-10). Después comunicó la noticia a Pedro y a los demás apóstoles.
· Según un relato que sólo aparece en el evangelio de Juan, fue testigo de una aparición de Jesús resucitado (Jn 20:11-18).
Identificación con otros personajes [editar]
Los citados son los únicos pasajes de los evangelios canónicos en los que se cita a "María de Magdala". La tradición cristiana occidental (católica), sin embargo, aunque sin apoyarse en evidencias textuales de ningún tipo, ha identificado con María Magdalena a otros personajes citados en el Nuevo Testamento:
· La mujer adúltera a la que Jesús salva de la lapidación, en un episodio que sólo relata el evangelio de Juan (Jn 8:3-11)
· La mujer que unge con perfumes los pies de Jesús y los enjuga con sus cabellos antes de su llegada a Jerusalén según los evangelios sinópticos (Lc 7:36-50), Mc 14:3-8,Mt 26:6-13, cuyo nombre no se menciona. Según Marcos y Mateo, sin embargo, la unción tuvo lugar en Betania, "en casa de Simón el leproso", lo que ha llevado a identificar a esta mujer a su vez con María de Betania.
· María de Betania, hermana de Lázaro, a la que se atribuye en el evangelio de Juan la iniciativa antes mencionada (Jn 12:1-8), y que aparece en otros conocidos pasajes del cuarto evangelio, como la resurrección de Lázaro (Jn 11:20-30). Se identifica también con la María del episodio de la disputa entre Marta y María Lc 10:38-42.
La identidad de María Magdalena como María de Betania y "la mujer quien fue una pecadora" fue establecida en un sermón que el Papa Gregorio dio en el año 591, en el cual dijo: "Ella, la cual Lucas llama la mujer pecadora, la cual José llama María [de Betania], nosotros creemos que es María, de quien siete demonios fueron expulsados, según Marcos."
Difundida por los teólogos de los siglos III y IV, esta teoría gozó de mucha popularidad en el siglo XIX y constituyó un tema frecuente en la iconografía.
El evangelio de Pedro sólo menciona a María Magdalena en su papel de testigo de la resurrección de Jesús:
A la mañana del domingo, María la de Magdala, discípula del Señor -atemorizada a causa de los judíos, pues estaban rabiosos de ira, no había hecho en el sepulcro del Señor lo que solían hacer las mujeres por sus muertos queridos-, tomó a sus amigas consigo y vino al sepulcro en que había sido depositado..[1]
En al menos dos de los textos gnósticos coptos encontrados en Nag Hammadi, el evangelio de Tomás y el evangelio de Felipe, María Magdalena aparece mencionada como discípula cercana de Jesús, en una relación tan cercana como la de los apóstoles. En el evangelio de Tomás hay dos menciones de Mariham (logia 21 y 114), que, según los estudiosos, hacen referencia a María Magdalena. La segunda mención forma parte de un pasaje enigmático que ha sido objeto de muy variadas interpretaciones:
Simón Pedro les dijo: «¡Que se aleje Mariham de nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida». Dijo Jesús: «Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo»..[2]
En el evangelio de Felipe (log. 32) es considerada la compañera (κοινωνος) de Jesús:
Tres (eran las que) caminaban continuamente con el Señor: su madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera [κοινωνος]. María es, en efecto, su hermana, su madre y su compañera..[3]
No todos los estudiosos, sin embargo, están de acuerdo en que los evangelios de Tomás y de Felipe se refieran a María Magdalena. Para Stephen J. Shoemaker se trataría más bien de una referencia a la madre de Jesús.
Por último, otra importante referencia al personaje se encuentra en el evangelio de María Magdalena, texto del que se conservan sólo dos fragmentos griegos del siglo III y otro, más extenso, en copto, del siglo V. En el texto, tres apóstoles discuten acerca del testimonio de María Magdalena sobre Jesús. Andrés y Pedro desconfían de su testimonio, y es Leví (el apóstol Mateo) quien defiende a María.
Esta idea nace, en primer lugar, de la identificación de María con la pecadora de Lc 7:36-50, de quien se dice únicamente que era pecadora y que amó mucho; en segundo lugar, de la referencia en Lc 8:2, donde se dice, esta vez refiriéndose claramente a María Magdalena, que de ella "habían salido siete demonios". Como puede verse, nada en estos pasajes evangélicos permite concluir que María Magdalena se dedicase a la prostitución.
No se sabe con exactitud cuándo comenzó a identificarse a María Magdalena con María de Betania y la mujer de Lc 7:36-50, pero ya en una homilía del papa Gregorio Magno (muerto en 591) se expresa inequívocamente la identidad de estas tres mujeres, y se muestra a María Magdalena como prostituta arrepentida. Por eso la leyenda posterior hace que pase el resto de su vida en una cueva en el desierto, haciendo penitencia y mortificando su carne, y son frecuentes en el arte occidental las representaciones de "Magdalena penitente".
La imagen de María Magdalena como penitente también puede ser confundida gracias a la tradición de María Egipcíaca, santa del s. V, quien según La vida de los Santos de Jacobo de la Voragine, se había dedicado a la prostitución y se retiró al desierto a expiar sus culpas. Es común ver representaciones de María Egipcíaca, con los cabellos largos que cubren su cuerpo o envuelta con carrizos, símbolos de su penitencia en el desierto. Estos atributos en ocasiones acompañan a la Magdalena, creando a veces la confusión de ambas santas.
En la tradición católica, por lo tanto, María Magdalena pasó a ser un personaje secundario, a pesar de su indudable importancia en la tradición evangélica. El relegamiento que sufrió María Magdalena ha sido relacionado por algunos autores con la situación subordinada de la mujer en la Iglesia. A esta opinión oponen algunos teólogos católicos la especial consideración que guarda la Iglesia para con Santa María, madre de Jesús, venerada con hiperdulía, en tanto que los apóstoles y los otros santos son venerados con dulía.
En 1969, la Iglesia Católica retiró del calendario litúrgico el apelativo de "penitente" adjudicado tradicionalmente a María Magdalena; así mismo, desde esa fecha dejaron de emplearse en la liturgia de la festividad de María Magdalena la lectura del evangelio de Lucas (Lc 7:36-50) acerca de la mujer pecadora. Desde entonces, la Iglesia Católica ha dejado de considerar a Maria Magdalena una prostituta arrepentida. Sin embargo, esta visión continúa siendo la predominante para muchos católicos.
Forma de escritos: 1- carta
***
Martina,
preguntas qué busco.
Eso que hurga un cuerpo que agoniza, levantando sus brazos, con sus dedos agitándose en el seno de la noche; eso que hace que unos labios se ocupen con el beso.
Busco respirar en ti. Odio la distancia. Hoy cierro los ojos a todo lo que no eres tú.
Porque la vista nos exige la distancia.
Jamás es posible, con los ojos abiertos, embriagarse mediante acordes de un piano.
Nunca será posible la plegaria a dios con ojos abiertos.
Y en la unión de los cuerpos no es posible mantener abiertos los ojos.
Cerrados están mis ojos. La noche crece en ti.
Ambos buscamos, a tientas, una estrella perdida.
Imposible es contemplarla o retenerla.
-¿Cómo describiré nuestra esperanza ante la muerte?-
Amar es disfrutar de una pérdida segura.
Ignacio
el hijo apresado en el síntoma del padre
Todo lo que el hijo hace.
Son incontrolables gestos, restos, rastros de la venganza imaginaria de su padre.
Aunque no exista "su padre".
Padre es posición de autoridad.
Sé que no sé lo que escribo.
Entre "dios" / "padre". Sueño que me rebelo.
¿Qué es lo que se enfrenta al matar al padre?
Trama de una historia
***
X1 realiza los ritos de su vida cotidiana.
A cierta distancia, X2 realiza los respectivos ritos de su rutina.
Un suceso imprevisto los lleva a encontrarse.
Hay entre ellos: identificación, reconocimiento de esperanzas, simpatía.
X1 se da excusas para separarse de X2.
X2 se pregunta sobre la situación. Se da explicaciones para consolarse.
X1 se sorprende contrariando su determinación.
X2 se aleja. Rememora.
X1 vuelve a rutinas, ritos. Busca olvido. Síntomas de dolor.
X2 intenta preservar algo de X1. Parte.
X1 pasa de la comodidad a la desolación: crisis, algo de su vida cambia. Descubre que la soledad es miedo. La vista del yo es miedo.
X1 sale. Busca a X2 hasta el reencuentro. Le hace preguntas sobre el fin.
X2 se desnuda, se vacía. Calla. Los gestos ofrecen una respuesta entre varias. No hay una respuesta definitiva.
El ocaso, la estación del crepúsculo. El fondo de la noche.
El alba.
¿Por qué escribes de dios?
Yo no escribo de dios, sino a dios.
Escribo ante el océano que me alberga según me anega el destino de las olas.
Escribo en busca de eso que es en mí sensible y no es yo.
Dios, mi dignidad que indigna. Por no ser tu cruz.
Siento el fervor en mi carne y siento celos, de todo lo que es divino y se me prohíbe.
Tal vez la fiebre sea mi dios. El ardor que me roe, me somete a ser yo.
He querido volverme vulnerable, incluso al aire. Romperme hace que todo sea intenso:
vivo de desear la santidad sin vistas a dios. Guardo vocación de mártir.
La cruz se hace cuerpo cuando callo y escribo.
Cada palabra, un espasmo:
-Quisiera comer de dios-.
Escribo del fuego en mi sangre, del éxtasis surgido con la piel.
Todo lo que escribo es a costa de no poder ser yo crucificado. Cada vez que pienso en el Cristo, cometo el pecado de la envidia.
Haz que tu voluntad sea libre del terror al mal.
Sólo suplico al dios herido, el que procura vida, el que abandona.
Sentirme penetrado por su aire. Sentirme lleno con su orgullo, por su potencia y su fragilidad, herido de su ternura y de su violencia.
Todo lo que es en mí sexo es deseo de dios que insiste en denigrar lo divino.
También el ardor en los huecos de mi cuerpo es un modo de piedad.
Soy fiel al arcaico medio de conocer: mediante carne desesperada.
Estoy dispuesto a todo, para no serlo todo, y devolverme a ti.
Hágase tu voluntad, en tanto todo tiemble de mí.
Rechazo a dios hasta que venga con la forma de una muerte que hurgue en mis agujeros.
Dios es la caricia que me embriaga y me humilla.
Cada una de mis palabras redime la voluptuosidad:
Sólo hay resurrección si el yo es el sacrificio.
1 Estructura en la composición.
Estructura:
Una frase propuesta. Tres elementos: hambre, amor, impuro.
Hambre (motivo e impulso animal).
Amor (el gran valor de cultura)
Impuro (lo que rechaza el saber y la moral: cualidad del pecado).
Una anatomía del "amor".
Se recontextualiza (fuera de la moral, inaccesible al saber, ocultando el tabú que articula la cultura).
Entre eso:
Un cuerpo escribe.
El relato escéptico de quien escribe, mientras escribe.
Qué efectos en el cuerpo de quien escribe. Qué se conmueve al escribir.
La violencia de las palabras. La conmoción sensual de escribir.
El trauma al que recurre la memoria mientras escribe.
Un título.
Textos que se coluden. No hay citas. No hay autores. Como tampoco hay "personaje".
Una síntesis de actividad psíquica.
Como escribir lleva fuera del cuerpo. Un fracaso: una falla: un juego de espejos:
escribir al cuerpo por palabras.
Sólo lo violento de las palabras roza los cuerpos.
Lo real desgarra lo simbólico cuando las palabras muestran la insoportable violencia que esconden.
Palabras. Máximas. Inventarios de cosas. Descripción sensual de atmósferas.
Descripciones de fenómenos. Párrafos / Fragmentos.
Cuadros. Escenas. Música. Composiciones textuales. Blancos del texto.
Interpretación. Alguien va del texto a su memoria, a lo que es fuente oculta en su imaginario.
Ríe de las mentiras que cubren su miedo, su horror.
Ríe de lo que es seguridad en la escritura. De las rutinas, del tedio, de la identidad sin duda.
Ríe del análisis en torno a las palabras.
Ríe en silencio.
Porque la risa es algo real que desgarra lo simbólico.
poética de HAMBRE DE UN AMOR IMPURO
Eva y Magdalena
Eva y Magdalena.
Una venganza de los machos moscas, recordando el tono de Twain o de Mansour.
Una reinterpretación de la mitología bíblica que generó una imagen de la mujer "pura" o "sacrificada".
Una relación de vampirismo.
Un guiño a la frotación díldica a la que aludía Beatriz Preciado.
¿Cómo sería una violada que pervierte el discurso de la antigua Diotima?
¿Cómo se ligan Yocasta, María, Magdalena, Lena y Joyce Mansour?
¿Cómo se realiza una sexualidad que subvierte la asociación hombre-penetra, mujer-vejada, quedando mujer-engulle, hombre-despellejado (cuando del sarcasmo se llega al canibalismo)?
Eva desaparece, Magdalena realiza su traducción del discurso de Eva. Es su heredera, la asesina a encargo y sacrificio.
Eva: la resurrección de la carne, la revelación, la venganza.
Prospectos
BREVE TRATADO DE IMPUROS (2)
El 11 de julio de 1981 Issei Sagawa asesinó de un disparo a Renée Hartevelt de 25 años de edad, descuartiza el cuerpo y lo come.
En marzo de 2001 Armin Meiwes grabó en video cómo cortó el pene, asesinó, descuartizó y se comió a Bernd Brandes, con quien contactó por internet y que supuestamente le pidió que lo matara y luego le devorara. Por ello Armin Meiwes es conocido como: El Caníbal de Rotemburgo.
El 8 de octubre de 2007, miembros de la Procuraduría General de Justicia de México DF fueron a la casa de José Luis Calva Zepeda y lo arrestaron bajo la sospecha de ser responsable de la desaparición de su novia Alejandra Galeana Garabito, quien había sido visto por última vez el día 6 del mes. Fue hallado el cuerpo de esta mujer destazado y algunas partes frito en un sartén. No se ha comprobado científicamente que ingiriera carne humana, y él mismo lo negó antes de morir, pero algunos datos apuntan a que así fue. Trató de escapar a través de una ventana, pero se lastimó en el intento y fue aprehendido. La policía encontró restos del cuerpo de su novia, carne humana en el refrigerador, una sartén con carne humana frita y huesos humanos en una caja de cereal, además de un libro sin terminar titulado "Instintos Caníbales" o "12 días" y una foto de Anthony Hopkins en su papel de "Hannibal Lecter".
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El canibalismo aparece también como tema en múltiples obras, desde Tito Andrónico de William Shakespeare, hasta la película Cuando el destino nos alcance (Soylent Green) donde los cuerpos humanos eran procesados en galletas.
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Existe un capitulo de la serie Mujeres Asesinas; “Emilia, Cocinera”, donde Emilia vende empanadas con la carne de un hombre que la acosaba sexualmente.
Mujeres asesinas es una serie argentina de corte dramático, mezcla entre ficción y realidad producida por Pol-ka, que se emitió por la pantalla de Canal 13.
Tomando como base de sus capítulos hechos de homicidios perpetrados por mujeres en Argentina adaptados a un guión trabajado, el programa ha recibido excelentes críticas y ha sido galardonado, entre otros, con el premio Martín Fierro de Oro, máximo galardón que entrega APTRA, la Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiodifusión Argentina. Es hoy por hoy, una de las series con mejor rating en el país. Los capítulos son tomados del libro de la escritora Marisa Grinstein, no todos los capítulos tienen el mismo calificativo, ejemplos son Rosa K., Diabólica, Cándida R., La mujer del ferretero, Ana L., Sadomasoquista, Irma M., Experta en peces, Laura M., Pirata del asfalto, Nélida B., Tóxica, Ramona Z., Justiciera, entre otros.
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Varias especies animales no humanas recurren al canibalismo.
Se ha visto a algunos insectos comerse a sus propios hijos en épocas de extrema escasez, y eso los ayuda a sobrevivir para cuando pase la crisis, pues sus crías de cualquier forma tienen muy pocas o nulas posibilidades de sobrevivir. Los arácnidos hembras que se comen al macho como en el caso de los escorpiones y las arañas (si existe otro arácnido, claro). La mantis religiosa, al acabar la reproducción, se come al macho.
Se ha visto a perras comerse a alguno de sus hijos recién nacidos, pero no se sabe si lo han hecho por hambre o el bebé comido nació con algún defecto no visible que la madre olió, aunque en estos casos generalmente sólo los dejan morir de hambre.
Nada es más complejo e impuro que un motivo de excitación y goce.
I. Turbación:
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-Alguien planea los atracos de una banda.
Excitándose por robos a bancos en que los bandidos hacen que todos quienes son “víctimas” se queden totalmente desnudas y desnudos; puede: despojarlos, ofenderlos, golpearlos, y entre golpes, obligarles a posiciones y acciones incómodas.
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-Alguien se ocupa de asesinatos a sueldo (de seres desconocidos). Se excita por el miedo, esperar a la víctima, exponerse a cara descubierta, el sostener el arma, disparar en la zona precisa, sentir el humo de la boca del arma, el olor, el tacto; luego, por huir. No volver atrás al lugar del disparo. El flash back.
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Un anticuario, acostumbrado a vivir entre objetos vetustos, cuenta en forma de diario un año de sus encuentros con Henri, Suzanne, Teresa y otros muchos seres anónimos. Son jóvenes o viejos, fáciles de poseer o rebeldes. Pero todos tienen algo en común: la misma piel cetrina todavía algo tersa, el mismo color de cera, los mismos ojos entornados, los mismos labios mudos, el mismo olor a polilla y el mismo sexo glacial. Porque es a los muertos a quienes ama, a quienes desea. Goza de los encantos en putrefacción de cadáveres robados de sus sepulturas y adorados en la penumbra de una habitación cuyas cortinas permanecen siempre corridas. Pero no es un ser solitario, también se relaciona con otros necrófilos y comparte con ellos sus impresiones acerca de sus gustos y vivencias. El suyo es un placer peligroso, un juego prohibido, maldito.
A partir de la obra “El necrófilo” de Gabrielle Wittkop.
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Carl Tanzler era un radiólogo de Key West (Florida) que desarrolló una obsesión mórbida por Elena Milagro Hoyos (1910-1931). Ella era una de sus pacientes que murió de tuberculosis en 1931 en el hospital. Con el permiso de sus padres Carl Tanzler mandó construir un mausoleo para evitar que ella se descompusiera bajo tierra. Visitó la tumba cada noche y antes de 1933 había llevado el cuerpo a su casa y lo había metido en su cama. Restauró su cuerpo como mejor pudo y tenía un guardarropa lleno para vestirla.
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En 1980 el artista John Duncan compró un cadáver y grabó actos sexuales con él. Blind Date essay.
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En la leyenda griega de la guerra de Troya el héroe Aquiles mata a Pentesilea, la reina de las amazonas. Al levantarle el casco y mirarla, Aquiles quedó sobrecogido por su belleza. Después, se puso de luto por su muerte. Uno de sus soldados Tersites le puso en ridículo por esto y le acusó abiertamente de necrofilia, por lo cual Aquiles lo mató. (En algunas versiones la acusación de Tersites no es infundada, ya que Aquiles habría quedado tan sobrecogido por la belleza de Pentesilea que habría sido incapaz de contener su lujuria, pese a su muerte).
Queda realizar las transliteraciones de la lengua helena.
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Traduzco literalmente abasiophilía, a sabiendas de que “abasiofilia” no existe en el diccionario, pero prefiero usar esos términos que inventarme unos nuevos.
Es la atracción hacia discapacitados físicos, especialmente los que usan ayudas ortopédicas como escayola, sillas de ruedas, férulas y ortesis. El término (en inglés) fue usado por primera vez por John Money de la University John Hopkins en un trabajo sobre parafilias en 1990.
Se considera una forma de fetichismo por la discapacidad que aparece en la infancia, normalmente bastante antes de la pubertad. Normalmente hay un hecho desencadenante en la infancia que incluye niños o adultos discapacitados. Es más común en aquellos que eran niños en los años '40, '50 y '60 cuando la polio era común y había más gente usando ortesis que hoy en día.
Estudios hechos en los últimos 1o años de gente que contribuye a grupos de admiradores de las ortesis para brazos confirma que los devotos de esa parafilia por las ortesis de brazos suelen tener entre 50 y 70 años; hay muy pocos de menos de 40 años.
Recientemente algunos han sugerido que la abasiofilia es una forma de un desorden de la identidad de integridad corporal, normalmente asociado con gente que desearía que alguna parte de su cuerpo fuese amputada voluntariamente.
Los estímulos para la abasiofilia suelen ser ortesis de brazo, sillas de ruedas, férulas para la espalda o las cervicales y otras prótesis usadas por gente con discapacidad física.