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20 de marzo.

Deseo de fundirse a un cuerpo, de incorporar del todo a un cuerpo extraño.
Si se le deja de controlar, cada deseo se vuelve un deseo caníbal.

3 comentarios:

Carnets dijo...

Parto por acercar a uno de los temas del texto.

"Issei Sagawa medía un metro cincuenta y tenía el cuerpo débil y canijo por culpa de un nacimiento prematuro. Primero estaba realizando su tesis doctoral en La Sorbona acerca de las similitudes entre la obra del Premio Nobel de Literatura Yasunari Kawabata y el surrealismo francés, después se comió a su novia holandesa.
Ahora se habla mucho de Sagawa porque el verano pasado detuvieron a Tstomu Miyazaki, un joven de veintisiete años que asesinó a cuatro niñas y comió trozos de carne de dos de ellas. Lo cierto es que a pesar de las apariencias uno y otro caso tienen muy poco que ver. En el periódico del domingo venían dos fotos de Sagawa y una pequeñita de su novia holandesa...
A los japoneses, según él mismo cuenta, les vuelven locos las mujeres occidentales. Es por una especie de complejo de inferioridad.
Issei Sagawa era un japonés culto, licenciado en Filosofía y Literatura. El 11 de junio de 1989 disparó por la espalda a Rennée Karvtevelt; después descuartizó el cuerpo con un cuchillo eléctrico y se comió parte de la carne. En el interrogatorio que siguió a la detención Sagawa dijo haber estado obsesionado por la antropofagia desde que era un niño".

Carnets dijo...

El texto del comentario anterior fue extraido del libro LO PEOR DE TODO (1992) de Ray Loriga (p. 74).

Carnets dijo...

Pierre Jacomet escribe: el sarcasmo refleja la decadencia de una civilización. Representa la piel -carne: sarx- desprendida del rostro de los muertos que los guerreros escitas conservaban como pruebas de sus hazañas, así como los indígenas de Norteamérica atesoraban el cuero cabelludo de sus enemigos. Supongo que anuncia el ocaso de una sociedad porque la fuerza de un imperio reposa en la imbecilidad de los ciudadanos crédulos: el sarcasmo desprende la piel de las consignas, dejando al desnudo el esqueleto del poder y sus métodos coercitivos o subliminales de manipulación.

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